Desde pequeña siempre me han encantado, qué digo ¡chiflado las chuches! aún recuerdo aquel maravilloso día en que mi mejor amiga me invitó a 500 pesetas de chuches, y por aquel entonces ¡eran muchas chuches! Pero lo que nunca había pensado era todo lo que se podía hacer con ellas, ¡¡allá vamos!!
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